Rozando el amanecer caigo en un sueño profundo. Estoy en el autobús. Delante se sientan cuatro mujeres. A una de ellas la identifico. Conozco quien es. Paso a su lado y la doy un beso en la mejilla. Ella se muestra seria. Sigo adelante. Me doy cuenta de que me he pasado de parada, pero de momento no voy a mi destino. Bajo y a mi izquierda diviso un callejón oscuro, decido no ir por allí. Camino hacia la callejuela iluminada llena de cafeterías y bares.
En otro trozo de sueño, entro en una habitación. No logro averiguar a quien pertenece.
................................................................
Anvik HerrRed (c) Madrid, 27-11-2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario