Ya no quedan palabras
en la conciencia profunda de mi alma.
Reina allí un tiempo de silencio
que intenta navegar,
como barquito diminuto de un solo palo,
Velerito que arranca a navegar,
si sopla un viento favorable.
Se va, se fue, el inmenso mar.
…………………………......................
Anvik HerrRed (c) Madrid, 03.05.2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario