Fin de año

Se acaba ya 2010. Al principio cuando íbamos a entrar en el nuevo año y nos encontrábamos todavía en los últimos días de 2009 pensaba en una película que se titula lo mismo: "2010". Este filme es una secuela del famosísimo 2001, una peli dirigida por Stanley Kubrick que tuvo un gran eco en los año 60. Fue estrenada en 1968. Claro que cuando me encontraba en aquella época con gente que la había visto, la mayor parte me comentaba que no la habían entendido. Yo sonreía para mis adentros. Entonces yo contaba con 11 años y ya me había empapado bien del libro "El Centinela" escrito en 1948 por el prestigioso escritor de Ciencia Ficción Arthur C. Clarke. En España por aquella época casi nadie conocía que era la Ciencia Ficción. Tan sólo una minoría era fiel seguidora de este peculiar género de literatura y cine.

Por tanto a finales de 2009, el número del nuevo año me recordaba sobremanera a la secuela de 2001. Como hacía ya muchísimo tiempo que había visionado la película que fue estrenada en 1984.

En una secuencia del filme se cuenta como las dos grandes potencias USA y la antigua URSS entran en un conflicto diplomático muy grave, por lo que la tripulación de astronautas americanos que se encontraba en la nave soviética (La Leonov) debe prematuramente y con mucha prisa abandonar esta.

Lo que ocurre en el planeta afecta también a las naves espaciales que son territorio perteneciente a cada nación.

Curiosamente 2010 también, en la realidad, ha estado lleno de conflictos. El último entre Corea del Norte y Corea del Sur. (Eje de influencia USA-China), e igualmente han continuado conflictos en Afganistán, Irak, Israel, ... etc.

Sin duda en aquel lejano 1984, los escritores y cineastas de 2010 ya preveían como iba a ser el futuro en cuanto conflictos políticos se refiere. Algo que se ha cumplido y que sin duda va a continuar por tiempo indefinido.

Aquí fantasía y realidad se han unido. Vamos a ver ahora que nos depara este nuevo año en el que vamos a entrar. El número es impar (2011). Saquen ustedes mismos las conclusiones.

Feliz año.

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Anvik Herr Red (c) 30.12.2010

La buena nueva

Nochebuena. Ya llegó. Los cristianos y otros celebran el nacimiento del niño Jesús. El niño dios. La historia es muy bonita. Este tipo de leyendas que nos han llegado son preciosas. Aquí en España nosotros somos muy avocados a montar un belén. Poner e instalar un belén para creyentes o no, es todo un ritual que cada año se realiza y que se ha convertido en arte. Hay belenes pequeñitos del tamaño de la cabeza de un alfiler, y belenes enormes que ocupan grandes extensiones. También existen belenes que se representan con actores de verdad como si fuera una obra de teatro, y también los hay gigantes con figuras de tamaño real. Siempre existen una serie de figuras esenciales que no pueden faltar en un belén. En primer lugar la virgen, San José, y el niño en su cuna de paja. Dos bueyes que se colocan al lado y que calientan al niño con su aliento. Luego, arriba, se coloca un Ángel que representa el "anunciador de la nueva". En segundo termino los tres reyes mayos que vienen a hacer sus ofrendas al niño rey. Traen incienso, oro y mirra, que son las tres cosas que depositan junto al niño. Con ellos vienen pajes y camellos cargados de regalos. Es el símbolo de traer los regalitos para toda la familia lo mismo que Papa Nöel, solo que en España la entrega de regalos se celebra el 6 de enero, bastantes días después, y la verdad no sabemos porque. Lo lógico y normal es que los regalos se entregaran la misma nochebuena. Pero bueno, así es mejor, porque ganamos un día más de fiesta la primera semana del nuevo año y padres y niños pueden jugar con los nuevos regalos. Igualmente, aquí, en España, ya muchas familias celebran Papa Nöel y Reyes Magos. Lo que sucede es que se gasta mucho mas dinero porque hay que comprar regalos en Nochebuena y regalos también  el día de Reyes (6 de enero). En fin, ya nos hemos acostumbrado y la mayor parte de los ciudadanos lo celebran así. Me imagino que los comerciantes salen ganando ya que venden el doble. Felices fiestas y que todos los dioses del universo nos protejan, nos den felicidad, salud, amor y dinero. Bueno, una cosa trae la otra, y las tres ultimas que he mencionado traen sin duda la primera. Salve Odín.

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Anvik Herr Red (c) Madrid, 24.12.2010

Efluvios navideños

Celebraciones de Navidad. Otro año más nos encontramos de fiestas. Nos vemos transitando entre bandejas de catering; pinchos de tortilla, salchichas al vino, rodajas de chorizo, coqretas rellenas de jamón y queso, morcilla,... todo ello aderezado con vasos de vino, cerveza, coca cola, fanta de naranja,... Todo el mundo hace corrillos, se besa, charla... son instantes de acogimiento. Lamentablemente, existen muros invisibles. Dentro de la empresa existen las profundas divisiones, las jefaturas con lo que ello supone. Los entresijos de la política nacen como ríos entre los corrillos. Las conspiraciones, la cautelas... Los mentideros fluyen en cualquier esquina. Y tantas cosas más... Son las fiestas de navidad, pero en las copas de empresa  es extraño ver la confraternización, el saludo amigo, una sonrisa... a veces ocurre el milagro... quizás dentro de algún departamento estatal donde tal vez, por un milagro, aún existen corazones nobles. Pero quizás me equivoque. Quizás solo sea un mero espejismo, luego el tiempo se encarga de echar su capa negra por encima y en el fondo encontramos que en realidad no existe nada, que todo es falsedad, que todo es apariencia. Que os voy a contar a vosotros que lo vivís en vuestras carnes. Que sois los mejores sabios de esta vida. Queridos amigos, desde aquí os brindo mi mas noble amistad y deseos de felicidad. Recordad que la vida es breve (lo decía el gran Calderón de la Barca). Vivid pues, y si podéis, sin pensar.

Salud y Felices Fiestas

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Anvik Herr Red (c) 22.12.2010

Mercadillo Navideño (Plaza Mayor y aldeaños de Madrid, España)

Ayer por la tarde salí a dar un paseo con la intención de visitar este año el mercadillo navideño de la gran plaza mayor de Madrid. El día había amanecido con una intensa niebla. Me levanté y me vestí para salir a la calle. Atravesé el portal y todavía la neblina estaba ahí. Pensé que los dioses habían bajado esta mañana para saludarme y les ofrecí una alegre bienvenida.

Hacía frío. La cara se me iba helando por momentos. Me cubrí con un pañuelo que suelo llevar y que me saca de estos apuros.

Cuando llegué a mi bar de siempre, me sirvieron el café caliente que me revivió por dentro. Entonces empecé a pensar en que esa tarde me acercaría al centro de Madrid.

La cara negativa de este proyecto es que ya intuía el horror al que me iba a enfrentar. Cientos de personas agolpándose en la puerta del Sol, empujones, pisotones, atascos de tráfico, en fin, todo lo terrible que ofrecen las grandes concentraciones de personas.

Una de las primeras premisas a las que me ajusté es no entrar en ningún centro comercial, porque debido al calor, y al agolpamiento, uno se empieza a sentir ciertamente enfermo, aparece el dolor de cabeza, el malestar, y a algunas personas, sobre todo las de edad, no aguantan y sufren lipotimias y desmayos que terminan en ambulancia e incluso hospital.

Por lo menos, estar en la calle, reanimado por el aire frío puedo soportarlo. Y así, como lo relato, sucedió...

Atravesé como pude, chocando continuamente con otras personas la puerta del sol. Me interné como pude por las callejuelas medievales que confluyen en la gran plaza.

Allí, aparecían un enjambre de luces sobre mi cabeza, pero en este caso no eran constelaciones de estrellas, sino adornos luminosos que el ayuntamiento de la ciudad coloca cada año cuando llegan estas fiestas tan tradicionales.

Los puestos eran singulares, de inspiración alemana o centro europea, repletos como siempre de las bonitas figurillas de cerámica y barro para montar belenes, así como todo tipo de pelucas, máscaras, y todo tipo de sombreros y gorros...

Al llegar a los soportales me fijé en un hombre con su hijo en brazos, ambos tenían puesta una careta de punki y se veían de lo más pintoresco.

Al lado un grupo de chicas se reían alegres y todas llevaban el gorro que hace furor este año y consiste en la emulación de una chimenea de color rojo.

A empellones y no sé cómo, pude llegar a entrar en uno de los bares que sirven bocadillos de calamares fritos que a mi me encantan. Lo comí avidamente con una caña de cerveza.

Acto seguido, caminé por las calles hasta llegar a la parada de autobús, pero las colas eran interminables, por tanto, atravesé media ciudad y llegué ante una parada de metro que me era óptima para regresar al hogar. Cuando llegué respiré aliviado y me serví una jarra de cerveza que me tomé tirado a lo largo sobre el sofá. Allí me invadió una sensación de liberación.

En ese instante de relajación vinieron a mi mente los colores de la noche, los danzantes de máscaras de navidad, las brujas con escoba en las viejas chimeneas de los tejados; pero también cruzaban el cielo trineos de cantarines renos, las risotadas del gordo rojo (Papa Nöel), montones de paquetes de todos los tamaños y formas imaginables, llenos de regalos, que se repartían por todas las calles...

Los cafés en los bares, las cañas, las tapas... e incluso los helados, que hay para todos los gustos.

Y no podían faltar los majestuosos e inmensos belenes, montados por los artistas paisajistas, que son visitados por miles de ciudadanos.

Arriba, muy alto, en medio de la noche estrellada, los grandes dioses Odín y su hijo Thor, reían y festejaban con grandes barriles de hidromiel. En el Valhalla también todos estaban rebosantes y los perros y los lobos roían los restos del festín.

Felices fiestas amigos.

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Anvik Herr Red (c) Madrid, 12.12.2010

División de clases

En nuestro país (España), aparte, si todavía existe, lo que se denomina “lucha de clases”, ha aparecido lo que se llama “División de clases”. Así, la derecha española aparece dividida en una derecha muy rica o rica, luego existe una derecha media y por último una derecha arruinada o pobre.

En lo que concierne a la izquierda, se puede afirmar que ahora existe una izquierda muy rica o rica (nuevos ricos), una izquierda media, y por último una izquierda pobre o pobrísima. (Esta última es la que ocupa el último puesto en el escalafón social).

Si a todo este panorama lo aderezamos con la crisis global mundial emergente, podemos obtener un guiso con un fuerte tufillo a incertidumbre de futuro, a ausencia de mecanismos de progreso real, y en suma a catástrofe social, lo miremos por donde lo miremos; y es que el panorama que va tomando forma no pinta nada bien para los españoles.

El último conflicto, el de los controladores aéreos, viene a reforzar la tesis de la gran separación que existe en la actualidad entre la clase social trabajadora.

Un controlador aéreo debido a sus altísimos ingresos, está a años luz de otro trabajador de tipo mileurista. (Lo que este tarda en ganar durante veinte años, el controlador se puede lleva crudo en uno).

Aquí no se puede hablar ya de solidaridad obrera, ni de unión de trabajadores, ni de nada parecido. Aquí lo que se nos presenta es una “división acentuada de la clase obrera”, por lo que la lucha social, en este tipo de casos, no tiene ya objeto de ser.

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Anvik Herr Red © Madrid, 13 de diciembre de 2010

El vuelo del brujo

Estos días el ciclo otoñal está atravesando su fase final. La lluvia cae entre el viento helado de las montañas y con las hojas caídas, alimenta el "humus" de la tierra. De esta manera, cuando llegue la primavera, el manto verde volverá a aparecer más nutrido y más bello.

Nosotros hacemos un intento para ir adaptándonos a este advenimiento del invierno, buscamos afanosamente las prendas que nos abriguen y protejan de los efectos climatológicos.

Yo deseo ahora ser el brujo que emprende el vuelo con su vieja escoba, esa que permanece siempre dispuesta en un rincón de la cocina. Claro, siempre que la jerarquía de la magia me da su autorización para poder hacerlo.

Si no lo hace, siempre me quedará el deseo de corretear por las calles en busca de ese café caliente que alimente mi espíritu y mi cuerpo derrotado.

Regresaré raudo para refugiarme en mi mantita sobre el sofá y relajarme dejando que las ondas que emanan del aparato de televisión me embriaguen y me hagan sumergirme en un profundo sueño, en donde la lluvia sigue cayendo imperturbable a través de los tristes ventanales, dejando hora tras hora que sobrevenga la noche, la oscuridad, donde ya no queda mucho por hacer, mas que buscar el lecho a la espera de la próxima lluvia, de la cándida desesperanza, de la constante tristeza de los días otoñales, melancólicos y repletos de pinceles mágicos capaces de pintar los más bellos colores, donde se corona rey el "amarillo".

Y si puedo surcar los aires con mi vieja escoba, reiré sin parar a los cuatro vientos, soltaré sobre el mundo mis carcajadas bomba, al saber que me he librado de pisar conflictivos aeropuertos, en donde te arrebatan el tiempo de la vida, en donde la sangre se condensa en una pose de payasada existencia.

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Anvik HerrRed (c) Madrid, 5 de diciembre 2010

Nieve de Otoño

Alborotamiento de la meteo en España. Los últimos días nos ha sobrevenido un frente atlántico procedente de Islandia, del polo... ¡Huy que frío!. Buscamos desesperados el calor al abrigo de una manta. Lluvia y nieve. Temporal que atraviesa media Europa y coge a nuestro país totalmente. Barruntamos ya que algo se cernía sobre nosotros. Las continuas convulsiones del gobierno español, la crisis azotante que no cesa. Malos tiempos para la libido, malos tiempos para la libertad. Esclavos de una economía que ejerce su oficio sin piedad, que nos atemoriza e infunde malsana perturbación en los corazones. Se alimentan las envidias, las desconfianzas. La nieve cae enviándonos su mensaje de calma y la mente pierde la memoria, embriagándonos con su extraña belleza, haciéndonos creer que nos hemos evadido a una realidad alternativa. Pero sin embargo, los mercados siguen ahí, acechantes, esperando la carnaza, dispuestos a devorarnos, insaciables.

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Anvik HerrRed (c) Madrid, 2 de diciembre 2010