Peña Amaya (II)

Resquicios de luz se internan,
a través de las persianas.
El grupo desespereza,
lanza bendiciones a un nuevo día,
la vida se abre camino.

Allá van los valientes
pisando los senderos incógnitos.

Allá caminan,
en majestuosa solidaridad,
amplios en valor,
en coraje,
en honor,
en perseverencia,
en verdad,
en autocontrol
...

Allá van,
inquietos en sus dudas,
juventud en su corazones,
en lucha abierta con el futuro.

Caminan entre los farallones,
elevan sus espíritus sobre los cantos rodados,
sobre los desfiladeros,
con el único objetivo de alcanzar la cresta.

La cuesta de la vida,
la cresta del final.

Ya coronan,
ya enarbolan banderas y símbolos,
ya comienza el ritual a Balder.

Oh!!! Balder,
Oh!!! Gran Dios de la luminosidad.

Círculo sagrado,
ofrendas y vítores,
saludos de guerreros.

Ya danza el águila del atardecer,
ya danza el cuervo del ocaso,
sobre las cabezas de los mortales.

Balder... Balder,
danos tu fuerza,
Balder obsequianos con tu luz.

Las pupilas reflejan
un sol que se oculta tras los cerros lejanos,
las mejillas tiemblan,
el gozo nos alimenta.


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Anvik Herr Red (c) 7 de julio de 2011